Las Semillas de Chía proceden de la planta Salvia hispanica, cultivada hace más de 4.000 años en el centro y sur de México por los Aztecas, que ya tenían conocimiento de sus efectos y aplicaciones.
La denominación "chía", deriva de la palabra grasa en lengua indigena, se explica por el hecho de que la semilla de Chía contiene una gran cantidad (hasta el 25%) de ácido alfa-linolénico (ALA). un ácido omega 3 esencial que contribuye a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo.
El consumo de estas semillas nos puede proporcionar multiples beneficios:
- Proporciona energía y aumenta la fuerza y resistencia, ya que es una buena fuente de proteína completa de origen vegetal.
- Regula los niveles de azúcar en la sangre, retardando el proceso por el cual las enzimas digestivas descomponen los hidratos de carbano y las convierten en azucar.
- Favorece la regularidad intestinal, la fibra soluble y el resvestimiento del gel de la semilla mantienen el colon hidratado y asegura el movimiento fácil de los alimentos.
- Es apta para celiacos
Pueden añadirse a la elaboración de pan y confieteria, al muesli del desayuno, a la ensalada del mediodía o a la sopa de la noche. Molidas pueden añadirse al zumo, al yogurt o a tu bebida vegetal preferida.
En el agua se hinchan y forman una sustancia gelatinosa que puede ser usada en numerosas recetas.
Esta es mi receta: PUDIN DE SEMILLAS DE CHIA
- 250 ml de leche de avellanas
- 3 cucharadas soperas de semillas de chía
- 2 cucharaditas de Biotona Superfruits ( un polvo superpotente a base de las mejores frutas del mundo: fresas, mirtilo, mora, arándano rojo, fambruesa, goji, granada, maqui, grosella, saúco, acerola, camu camu)
- unas gotitas de Stevia para endulzar y canela en polvo al gusto
Mezclar los ingredientes y dejar reposar 8 horas en el frigorifico.
Yo lo llevo al trabajo para merendar, pero también lo puedes incorporar al desayuno o como postre.
Limita la cantidad de uso de semillas de chía a 15 gr diarios.