PUBERTAD, FERTILIDAD, MATERNINDAD, MENOPAUSIA,…
Son importantes fases de la vida de una mujer y tienen algo en común: el profundo impacto de los cambios hormonales.
Para mantener las HORMONAS EN ARMONIA y mejorar nuestra salud, tenemos que trabajar estos 5 elementos en todas las etapas de la vida de una mujer.
.- MOVIMIENTO
.- DESCANSO
.- DIGESTION
.- DESCONEXION
.- CONEXIÓN
MOVIMIENTO
El estilo de vida sedentario que llevamos hoy en día genera exceso de peso, huesos frágiles, músculos débiles y falta de oxígeno.
Pasar tantas horas sentadas en el sofá o en las sillas provoca “estancamientos”, es decir, falta de circulación sanguínea y linfática en las piernas y en la pelvis, lo que provoca reglas dolorosas, estreñimiento, piernas pesadas ….
La práctica de ejercicio físico nos proporciona una relajación mental, que es muy necesaria para mantener el equilibrio cuerpo/mente.
Pero hay que entender que el cuerpo no tiene la misma energía en las diferentes etapas de la vida de una mujer y que también cambia según la fase del ciclo menstrual.
Es recomendable hacer movimientos, ejercicios y posturas que ayuden a estirar o fortalecer aquellos músculos que son importantes para el equilibrio hormonal (aductores, psoas-iliaco, suelo pélvico,gluteos,…)
Y también aquellos movimientos que estimulan y masajean ciertos órganos internos, al tiempo que ayudan a liberar tensiones.
Con la asistencia a las clases de Pilates, Hypo y Hamaca ya estás dando un gran paso en la dirección correcta y quizá ya notes alguna diferencia
DESCANSO
La fatiga crónica que sufren tantas mujeres es fácil de entender cuando analizamos la energía que gastan para “llegar a todo” cada día y el tiempo que dedican al descanso.
Teniendo en cuenta que el cuerpo se regenera durante la noche, y nuestro cerebro únicamente “se limpia” cuando dormimos, las consecuencias de dormir pocas horas son graves y duraderas.
Una buena noche de sueño se prepara de antemano con acciones sencillas, como reducir las sustancias estimulantes, apagar todas las pantallas una hora antes de acostarse o haciendo ejercicios de respiración consciente para activar el sistema nervioso parasimpático, que es el que nos induce al sueño.
Dormir bien por la noche es fundamental, pero hacer breves momentos de descanso, por ejemplo, después de la comida o al volver del trabajo, también te ayudan a regenerar el cuerpo y a tener mejor ánimo.
Prueba diez minutos tumbada en el suelo en una postura cómoda, en silencio o con música suave de fondo, enfocándote únicamente en la respiración. Solo esto.
Evita “la llamada del sofá” aunque estés cansada, pasar el tiempo encorvada en el sofá viendo alguna serie, por muy fascinante que sea, no te ayuda a descansar. Tu sistema nervioso se excita con la trama (él no distingue entre un acontecimiento real y una historia inventada, la respuesta hormonal es la misma) y encima los músculos del cuello y la espalda sufren la mala postura.
DIGESTION
El vínculo entre digestión, estrés y hormonas está demostrado pero está infravalorado.
Muy pocas mujeres establecen la conexión entre lo que comen (o no comen) y su salud y por desgracia, en la mayoría de los casos, sus médicos tampoco.
Una buena digestión es indispensable, no solo para nuestro equilibrio físico, sino también para nuestro bienestar emocional.
El exceso de peso, el acné, la depresión, las alergias, la fertilidad y otros problemas hormonales dependen del vínculo entre el intestino y el cerebro, así como del equilibrio de la flora intestinal.
El debate sobre ¿cual es la mejor dieta? siempre está sobre la mesa y lo que a unas les va fenomenal a otras no les sirve porque cada persona tienes unas necesidades diferentes.
No debemos olvidar que tan importante son los alimentos que ingerimos como el entorno en que comemos o el tiempo que dedicamos a masticar dichos alimentos. Todo cuenta.
Lo mejor es ponerse en manos de un especialista que te escuche, para valorar tu estado actual en el contexto de tus hábitos pasados y de tu estilo de vida presente.
DESCONEXION
Aquí no hablamos de descanso físico sino de desconectar del mundo exterior para conectar con nuestro yo más profundo, con nuestra intuición.
La meditación, en sus diferentes expresiones, nos ayuda a ser consciente de nuestros sentimientos, a darnos cuenta de “qué está pasando” y si hay algún problema, como enfrentarnos a él con una mente clara y despejada.
A veces es suficiente con practicar unos minutos de silencio, un recurso muy escaso en nuestra sociedad.
Pero también se puede alcanzar un estado de calma interior con un paseo meditativo, con unos minutos sentada enfocándote en la respiración, o con una actividad simple y tranquila que requiera cierta cantidad de concentración: artesanía, caligrafía, jardinería, colorear un libro de mándalas….
CONEXIÓN
Este elemento parece ser el opuesto al anterior, pero en realidad se trata de la otra cara de la moneda.
Los seres humanos hemos evolucionado y llegado hasta hoy por pertenecer a una tribu.
En la actualidad muchas mujeres se unen a chats en línea, para intercambiar ideas con otras mujeres de todo el mundo que tienen sus mismos problemas, inquietudes,etc.
Y estas redes son útiles para la transmisión de conocimientos de las sociedades tribales pero nada puede sustituir la presencia física: una sonrisa, el tono de voz, la mirada, un silencio compartido, reírse juntas, … por eso nos sentimos tan a gusto cuando encontramos un grupo de personas que están en “nuestra onda”, que nos aceptan, nos entienden y nos apoyan.
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