cambios que se producen en el periodo de gestación
Durante el embarazo se producen una serie de cambios en el cuerpo de la mujer que pueden ocasionar distintos malestares y un desalineamiento en diferentes partes del cuerpo. Es una etapa donde se produce un descenso en el nivel de energía, dolores, falta de aliento, rigidez muscular, …
.- Ganancia de peso, mínimo 8 kilos (placenta, líquido amniótico útero y mamas)
.- Aumento de volumen abdominal, a medida que el bebé aumenta de peso, los músculos abdominales se debilitan, tienen que dilatarse en anchura y longitud para acomodar un útero que aumenta progresivamente de tamaño, de esta expansión se encarga la línea alba y esta separación se denomina “diastasis recti”.
La pelvis se desplaza hacia delante y el peso del saco uterino tira del ligamento ancho (este ligamento se extiende desde el útero hasta la parte inferior de la columna vertebral, a nivel del sacro), lo cual puede provocar un cierto malestar en el área lumbar de la columna.
Si los músculos abdominales, especialmente el transverso están fuertes, si hay un buen tono muscular en la faja abdominal, el desplazamiento pélvico y la tensión en el ligamento será menor.
.- Modificación de la estática. Se desvía el centro de gravedad, se incrementa la curva lumbar, la pelvis está en anteversión y esto ocasiona frecuentes dolores en la zona lumbar. Por otro lado, el peso creciente del pecho hace que los hombros empiecen a desplazarse hacia delante, y hacia abajo, provocando rigidez en los músculos pectorales y dorsales, suele producirse una rectificación en la columna cervical.
.- Modificación de la marcha. Pies más separados y mayor movilidad en sínfisis púbica y sacro ilíacas.
.- Aumento de la flexibilidad: durante el embarazo el cuerpo segrega una hormona llamada “relaxina”, esto sucede alrededor de la segunda semana de gestación y alcanza su nivel más elevado a finales del primer trimestre, luego disminuye aproximadamente un 20% y permanece en este nivel hasta después del parto.
La función de la relaxina es la de relajar los ligamentos de la pelvis y facilitar la separación de las superficies articuladas, dejando un mayor espacio en el interior de la pelvis para acomodar al bebé, que crece día a día, y preparar el momento del parto.
Pero hay que tener en cuenta que la relaxina no afecta únicamente a la región pélvica, sino que puede incidir en el tejido fibroso del cuerpo (caderas, rodillas, codos, tobillos y columna vertebral) por eso durante el embarazo puede aumentar la flexibilidad. No debemos aprovechar esta situación temporal para hacer los ejercicios o los estiramientos con mayor amplitud, porque se puede dañar la estabilidad de las articulaciones a largo plazo.
Es posible que durante el embarazo sienta malestar en la región pélvica, en especial en la parte delantera, en la sínfisis púbica, y también en la parte posterior de la pelvis, en la articulación sacro iliaca.
La relaxina permanece en el cuerpo hasta tres, cuatro o cinco meses después del parto, e incluso más si se alimenta al bebé con leche materna.
MUCHOS MOVIMIENTOS DE PILATES SE PUDEN UTILIZAR PARA EL BENEFICIO DE LA FUTURA MADRE, AYUDANDOLA A MANTENER UNA BUENA POSTURA, A ALIVIAR ALGUNOS DOLORES HABITUALES Y A SER MAS CONSCIENTE DE LOS CAMBIOS QUE EXPERIMENTA SU CUERPO
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